martes, enero 08, 2008

RAÚL ANTELO (Encuesta al ensayo crítico)

Raúl Antelo enseña Literatura Brasilera en la Universidad Federal de Santa Catarina. Ha dado cátedras en las universidades de Texas y Austin, Yale y Duke, en los Estados Unidos, y Leiden, en Holanda. Tuvo activa participación al frente de la Asociación Brasilera de Literatura Comparada.
Es autor de Literatura em Revista (Ática, 1984); Na ilha de Marapatá (Hucitec/INL, 1986); Joao do Rio: o dândi e a especulaçao (Timbre/Taurus, 1989); Parque de diversoes Aníbal Machado (Ed. da UFMG/Ed. da UFSC, 1994); Objecto Textual (Memorial da América Latina, 1997); Algarabía. Discursos de Naçao (Ed. da UFSC, 1998).
Participó en obras colectivas como Modernidade e modernismo no Brasil (Campinas, Mercado de letras, 1994); Nouveau Monde, Autres Mondes. Surrealismo et Amériques (Paris, Lachenal & Ritter, 1995); Esplendores y miserias del siglo XIX. Cultura y sociedad en América Latina (Caracas, Monte Avila, 1995); The Future of Cultural Studies (Leuven University Press, 2000); Absurdo Brasil. Polémicas en la cultura brasileña (Buenos Aires, Biblos, 2000) y Brasil. Cultures and Economies of tour Continents (ACCO, Leuven, 2001).
Editó A alma encantadora das ruas de Joao do Rio (Companhia das Letras, 1997), las cartas de Mario de Andrade a Murilo Miranda (Nova Fronteira, 1981) y las del mismo autor a Newton Freitas (EDUSP/IEB, sin fecha). Es responsable de la edición de la Obra Completa de Oliverio Girondo para la colección “Archives” de la UNESCO, donde también colaboró en las ediciones críticas de Mario Andrade y Henriquez Ureña.


Encuesta al ensayo crítico

Raúl Antelo

1-¿Qué entiende por “ensayo crítico” y qué lugar ocupa éste en su práctica escritural?
Prefiero pensar no el ensayo como forma sino el ensayo como experiencia. La experiencia está lejos de ser una vivencia, una acumulación. Algo informe que sin embargo demanda una norma. Creo que el ensayo es, al contrario, una diseminación o disipación. Es el saber que le arrancamos (ex-) a lo que está por perecer, condenado, inútil o inoperante y que, gracias a esa intervención, recupera potencia. No es el saber del perito sino del peligro. Un saber extremo.

2-¿Cuáles considera son las ventajas y desventajas de la práctica del ensayo crítico?
No veo mayores ventajas o desventajas. Veo riesgos que, en todo caso, son diseños, trazos, muy sutiles. Ni más ni menos importantes que cualquier otra decisión ética.

3-¿Cuál considera es capacidad/posibilidad de intervención política del ensayo crítico?
Me interesa, sobremanera, estimular la paradoja de sostener, en el interior de la institución académica, una intervención que tenga por objeto dejar las categorías al uso inoperantes. Esa me parece la opción ética extrema hoy día. Desnaturalizar la comunidad, lo cual no es indiferencia sino interpelación singular, uno a uno.

4-¿Qué líneas de la tradición del ensayo crítico nacional considera relevantes y por qué?
Al desnaturalizar la comunidad ya me parece una provocación eso de restringirme al ensayo crítico nacional. ¿Lezama Lima afuera? ¿Mário de Andrade no entra? Esto para no decir los franceses. Leo y releo a Borges. Me interesa Murena. Pero no le atribuyo ninguna relevancia especial al imaginario nacional. Me interesa, sin embargo, pensar que sin Mauss o Mètraux, pensando la antropofagia americana o el don, difícilmente Bataille habría elaborado su teoría del gasto. Que sin esta dimensión del potlach, Caillois no se hubiera cuestionado sobre mímesis y alteridad, en su peculiar coyuntura latinoamericana. Que sin esas teorías Sarduy probablemente no hubiera llegado a pensar el mimetismo como respuesta de potencia pasiva o que el mismo Foucault hubiera tenido dificultades en elaborar sus teorías acerca de lenguaje y poder. Sí, es verdad que Las palabras y las cosas nace de un texto de Borges pero no es menos cierto que el que da el dictamen en la editorial es Caillois a quien no debe haberle molestado esa diseminación de “sus” ideas. Sin eso no llegamos al neobarroco de Barthes ni tampoco al pop de Puig o al Potlach de Arturo Carrera. ¿Donde está lo nacional entonces?

5.¿Qué relación considera guarda el ensayo crítico con el trabajo crítico académico?
De peligrosa contigüidad hoy día, porque se ha separado de la vida diaria. Contradictoriamente, buena parte del trabajo crítico teórico contemporáneo parece encontrar en la noción de vida un estímulo para avanzar. Foucault, por ejemplo, al reseñar Mil mesetas, denominó la apuesta de Deleuze y Guattari un ensayo de introducción a la vida no-fascista. Como continuidad de esa vie moderne soñada por Baudelaire, la vida no-fascista seria luego pensada por Agamben como la tensión entre dos modelos de vida, la vida desnuda y la vida sometida a la paideia, a la biopolítica, zoé versus bios. De cierta forma, el concepto de survie de Jacques Derrida se inscribe también en esa perspectiva. En una charla reciente con Jean Birnbaum, Derrida dice que “la survivance, c'est la vie au-delà de la vie, la vie plus que la vie” o sea que “la survie, ce n'est pas simplement ce qui reste, c'est la vie la plus intense possible” En ese sentido, en el de una vida que ya no es vida, el papel de la literatura (una literatura que, por otra parte, languidece) es el de ser una sur-littérature, una literatura más allá de la literatura, una literatura más que literatura, algo de una intensidad casi insostenible.

6-¿Qué instancias culturales considera prioritarias como eje de su trabajo crítico?
¿Se refieren a discursos críticos? El del arte, cierta filosofia...no filosófica (no tratadística), la antropología...

6-¿Cuál cree que son las relaciones entre ensayo crítico y el mercado editorial?

Me es difícil responder. Vivo fuera de las grandes ciudades. No alimento la mundanidad cotidiana de lanzamientos o exposiciones, por lo tanto mi experiencia con el mercado editorial es, al mismo tiempo, débil y demasiado fuerte. Débil por la distancia, no sólo física. Fuerte porque el mercado es para mi invisible, impalpable. Puedo estar escribiendo para una editorial que nunca veré, en un país que no suelo visitar. Esa vivencia es algo nuevo que una generación atrás era imposible de imaginar.

7-¿Cuáles son sus lineamientos de trabajo a la hora de encarar el ensayo crítico?

El trabajo crítico no es conclusivo; es una forma de estudiar, de ensayar resistencias, consistencias. Hay mucho de atender al desafío que me plantea un problema concreto. Nada o poco de trazar un programa decantado o racional.

8. ¿Qué ensayistas contemporáneos considera relevantes y por qué?
Leo desordenadamente cosas muy dispersas Últimamente bastante crítica italiana. Veo en esa tradición la alianza entre erudición y osadía, entre sofisticación y crudeza. Además de los clásicos, Agamben o Cacciari, anduve leyendo, recientemente, Dell´esilio, de Franco Rella, de Elio Grazioli, un crítico de artes, un libro primoroso, La polvore nell´arte, o entonces el libro do Virno sobre el lenguaje, Palabras con palabras. Entre los latinoamericanos hay muchos. Hay todo un diálogo que se da con la crítica brasileña, Silviano Santiago, Sussekind, Hansen, Italo Moriconi, Wander Melo Miranda. Me interesan los que nadie ya lee (Carlos Real de Azúa, Alexandre Eulálio...) Los que, no siendo de aquí, escribieron en América latina (Vilém Flusser, Benjamin Fondane). Leo buenos críticos de poesía en buenos poetas, Mattoni, Tamara Kamenszain, los intereses cruzados de poesía, traducción y desconstrucción en los ensayos de Muschietti. Entre mis compañeros de generación, o casi, rescato el desparpajo de Link, el nuevo archivismo de Gonzalo Aguilar o Sylvia Saítta, las construcciones de Montaldo, desbordando lo nacional, lo político y hasta lo literario. Pero me alimento mucho con la gente de arte, como Andrea Giunta o Diana Wechsler. De los maestros, la pondría a Sylvia Molloy en un lugar especial. Las letras de Borges es (aun) el mejor libro sobre Borges, y como Borges es la literatura, se concluye que el de Sylvia es el mejor libro sobre como leer lo que ya nos cansamos de leer y desleer. Sin embargo, me cuesta releer el mainstream. Leo casi siempre a contrapelo.

9 ¿Qué perspectivas ve para la continuidad del ensayo crítico en las nuevas generaciones de escritores?
En Brasil me cuesta ver escritores jóvenes que sean ensayistas. El trabajo crítico pasa mucho (casi exclusivamente) por la Universidad. Creo que en ese punto, la experiencia argentina, aunque menos profesional (sistema de referencias muy saturado, amplitud de los repertorios un poco estrecha), es más......profesional, porque interviene más decididamente en el laboratorio de la escritura. Se nota más. Produce efectos más inmediatos.

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